Revolución Web

  

 

Director-Editor de Historias en Nueva York

Fabio A. Marulanda V.

Maravilloso lo que se puede lograr con los computadores. Más maravilloso aún lo que se puede lograr con el desarrollo de Internet. A pesar de lo que ha significado el colapso comercial para algunos de los accionistas de la Web, el sistema continuó funcionando, y por fortuna ahí estará por siempre, pues precisamente la construcción de Internet se hizo pensando en un sistema que fuera capaz de soportar desastres nucleares.

Actualmente todo el mundo habla de Internet, algunos filosofan en torno a Internet, otros hasta se atreven a vaticinar lo que va a pasar con la palabra  Internet en el idioma español. Los programadores, y quienes trabajan en la construcción de páginas Internet utilizando el lenguaje HTML, a veces se dan sus escapadas al terreno de la filosofía. Bastante refrescante lo que se le ocurrió decir a uno de ellos, que el Internet finalmente ayudará a que nosotros utilicemos la parte derecha de nuestro cerebro para pensar. Actualmente se piensa que del cerebro solo usamos mínimo la parte izquierda. Esta explicación se afianza sobre la base de que el sistema de escritura actual es lineal vertical y por ésta razón el cerebro solo desarrolla la parte izquierda dejando la parte derecha subutilizada. Conclusiones que surgen precisamente de los estudios que se han hecho sobre el funcionamiento del cerebro y que con el desarrollo de Internet y sobre todo del lenguaje HTML ha permitido a los investigadores entender mucho más acerca de la manera en que los seres humanos pensamos.

Las páginas de Internet están configuradas de una manera no lineal, es decir, el usuario puede perfectamente saltar de una página hacia otra, de izquierda a derecha. También el sistema permite que el usuario sea sacado del sitio inicial y terminar en otra página completamente diferente al tema que le interese consultar.

Pero ahora la buena noticia es que por la utilización de Internet se pueda llegar a comprender más como trabaja nuestro cerebro, y, además, activar nuestra parte derecha, así es que quienes frecuentan el uso de Internet no se asusten si cuando estén frente a una pantalla de computador, empieza a sentir que su cerebro está funcionando más y mejor, permitiendo por supuesto ejecutar más acciones más eficientemente y desarrollando mucho más la creatividad y extendiendo mucho más las posibilidades de nuestros conocimientos. En efecto, son muchos los planteamientos sobre la manera en que está actuando la tecnología en nuestra vida diaria. Y sobre el efecto positivo que tiene y tendrá este aporte tecnológico en generaciones futuras.

No obstante, existen planteamientos relacionados con la revolución que está orquestando Internet entre los gobiernos que pretenden legislar sobre el uso de Internet.

Es cierto que Internet es uno de los aportes más revolucionarios del siglo XX. Pero no todo ha sido color de rosa. Existe una ortodoxia jurídica que ya hace varios años viene trabajando en el desarrollo de leyes Estatales para regular el uso, para desgracia de “los entusiastas de Internet que han creído que ésta sería inmune a la regulación estatal”. Si bien la Red es altamente resistente a la regulación estatal, lo que preocupa a los usuarios de Internet y al mismo Estado es que éste control sobre el sistema empieza a ser ejercido por elementos externos, es decir, ya existen filtros para la información de la Red que vienen siendo aplicados por compañías privadas. Esta situación entra en contradicción con la enmienda constitucional referente a la Libertad de Expresión. Es ahí donde el Estado encuentra su mayor obstáculo, para legislar en la Red. De un lado la tendencia de la información en la Red a ser Libre, y de otro la ignorancia del gobierno en aspectos tecnológicos para redactar unas leyes que sean aplicables al mundo cibernético y concretamente a sus usuarios bien llamados Internautas. En éste sentido la mayoría de las propuestas escritas que había presentado el gobierno habían terminado siendo derogadas, lo que probaba que la Red había pasado su primera prueba de la Primera Enmienda, “LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN”. Esta intrusión del Estado en la Red, terminó siendo “una orden respaldada por amenazas emitidas por un soberano y dirigidas a una población geográficamente definida,la cual había sido aniquilada por un derecho defendido por los ciudadanos frente a la intrusión del poder estatal, debido a la incapacidad del soberano de regular la conducta de quienes están fuera de sus límites” (James Boyle, Foucault en el ciberespacio).

De ahí que frente a la ignorancia del Estado, y la falta de efectividad de “La Ley de Decencia de la Comunicaciones”, la cual busca proteger a los menores de los materiales indecentes, lo cual se hace limitando sustancialmente la libre expresión de los adultos, el Estado haya continuado buscando las maneras de responder al control de la Red de una manera técnica también.

Está situación la viven inconscientemente los usuarios de Internet, para todos es muy natural que exista cantidad de compañías proveedoras de servicios de Internet, cuando se sabe que precisamente éste fue uno de los mecanismos que se inventó el Estado para controlar el contenido de la información en la Red. Si el Estado era en su momento incapaz de controlar la tendencia de la información a Ser Libre, por lo menos de está manera podía entrar a ejercer un control sobre las compañías proveedoras del servicio. Otra alternativa que utiliza actualmente el Estado para controlar la información de la Red es lo que se ha denominado técnicamente Plataforma para la Selección del Contenido en Internet (PICS), el cual permite incluir etiquetas que clasifican la información en la Red actuando como un filtro. En la actualidad existen cantidades de filtros de Software tales como Surfwatch, CyberPatrol, NetNanny y CyberSitter, entre otros, los que se vienen utilizando para proteger a las familias del contenido indeseado en la Red. Es decir, éstos programas actúan como elementos que permiten bloquear la información. Esta propuesta en si no representa ninguna amenaza para los usuarios de la Red, al contrario puede resultar benéfica, pero qué pasará en gobiernos como China, Singapur o Irán, si deciden recurrir a éstos recursos técnicos para controlar la información, o incluso aquí mismo en Norteamérica.

Sin embargo, ésta no es la única cuestión, actualmente se sabe que grupos privados han estado trabajando en el bloqueo de información, no solamente de carácter pornográfico, sino que han bloqueado sitios completos de la Red, los cuales no representan ningún “peligro” para los internautas, pero si para los intereses de ciertos grupos.

Así las cosas, si siguen proliferando los grupos privados en la Red negando el acceso a las páginas a información que es de carácter público, o utilizando éstos recursos para bloquear las páginas de los que consideran competencia, de lo cual el usuario de la Red, internauta, se queda completamente ciego, la pregunta que queda es ¿Qué Libertad de Expresión y de que Revolución de la Web nos están hablando?

 

 

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